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Historias de nuestros integrantes: Arturo Barraza

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Historias de nuestros integrantes: Arturo Barraza

Continuando con las historias de queridos integrantes que vieron los inicios de nuestro club, en esta oportunidad tenemos el placer de compartirles el ascenso realizado a una montaña icónica de Los Alpes, el Cervino o también llamado Matterhorn. A continuación, el relato de nuestro compañero Arturo Barraza:

Ex entrenador desde la refundación de la Rama (años 90’s aproximadamente), con larga trayectoria en Ramuch y realizando hermosas ascensiones como El Teniente del Quempo (segunda ascensión), entre otras. Arturo es recordado con cariño, por las vivencias compartidas sobre todo con los miembros más emblemáticos por su antigüedad. 

“Cuando llegué a la Rama por primera vez, en abril de 1998, hablé con él y me acogió en nuestro Club, “él” es Arturo Barraza Rodríguez, conocido como El Turi, que siempre recordamos con mucho cariño. Aquí su relato de un sueño logrado, algo que desde niños nos despierta gran admiración ya sea por su forma, historia o relatos, como un ícono de la historia universal de nuestro Deporte”-Erick Vásquez Rovirosa

Arturo nos comparte su relato sobre su ascenso:
Hace unos 6 años un verano en agosto partimos con los niños, la idea fue hacer un viaje en bicicleta, trekking de montaña y finalmente a la playa. Todo fue como se esperaba, pero el solo llegar a Zermatt (Suiza) y ver esa imponente montaña, fue ya un sueño cumplido, porque cada paso por sus alrededores, y su cercanía me fue sorprendiendo cada vez más. 


El trekking a una laguna en la cual se refleja el Matterhorn nos dio las fotos y postales de las películas, esta vez solo la observé y observé, hasta que me dije, tengo que subir esa montaña, aún no era mi tiempo, solo esperar 6 años más era lo necesario. 


La vida va cambiando tan rápidamente, y el chico Nicolás que en aquel entonces llevaba en mi porta baby ya está casi por cumplir los 7 años, y los otros, Olivia de 14 años y Benjamín de 11 años. Ya los niños están más grandes y papá podría ir por las montañas deseadas. El año pasado miré muchos videos del Matterhorn, escaladas, historias, rescates, experiencias de vida, etc… ya este año en marzo me decidí. Fue fácil, miré en Internet, busqué una agencia de montaña que me pareció seria y listo, ya tenía el HörnliHütte (refugio de montaña 3260 m.s.n.m) reservado para una noche, este refugio está a 2 horas de trekking de la laguna negra o Schwarzsee, lugar al que se llega en teleférico desde Zermatt.

Caminé las 2 horas por un sendero de montaña, pero hecho también con escaleras de acero para los miles de turistas que visitan la base del Matterhorn.  A mi llegada fue todo muy claro, te registras y luego vas a tu habitación con varias camas, descansas, comes y bebes mucha agua, pues ya estás a más de 3000 m.s.n.m. La cena es puntual a las 19:30 hrs, todos los montañeros y turistas de todo el mundo conversan acerca de todo. Los guías de montaña se han reunido previamente, esta vez son 18 guías y se coordinan para salir por la madrugada, quien va en la punta y luego el resto.

La noche de descanso fue larga y corta, poco sueño y poco dormir. Ya a las 03:15 hrs me levanté para ir al baño, lavarme la cara y desayunar a las 03:30 hrs, todo dispuesto en las mesas, sólo 20 minutos de desayuno y a la fila con los guías, luego de unos minutos, 3:50 hrs partimos. 


La primera pared de unos 15 metros con cuerdas fijas para trepar y asegurado desde arriba por el guía. El corazón late muy fuerte pues no hay tiempo para que el cuerpo vaya de a poco, es intenso sin pausa, trepar, escalar, trepar y escalar por unas 2 hrs. Hay muchos fierros clavados en las rocas, son largos y estos se usan para pasar la cuerda de aseguramiento simplemente con 3 vueltas por este fierro. Toda la oscuridad desde las 04:00 hrs hasta el amanecer no permite visualizar la magnitud de las paredes escaladas si es que miras hacia abajo. Con el amanecer ya la trepa es más cómoda y los acantilados a la derecha e izquierda se aprecian mejor.

Comienza la nieve y el agua-hielo sobre la roca, los crampones son necesarios hasta llegar a la cumbre. Poner los crampones fue la primera pausa, por suerte jiji. Luego pasamos por el pequeño refugio para vivac y de ahí a la cumbre sin cesar. 

La cumbre estaba a la vista, pero lo he descrito como el Nirvana, todo el proceso desde la salida del refugio hasta la cumbre fue de tal concentración que nunca miré el reloj y ya a las 07:50 hrs ya estaba en la cumbre, pero aun en Nirvana, siempre concentrado. Hicimos las fotos y luego en la escultura de San Bernardo descansé 20 minutos. Chocolate, agua y galletas, y más fotos. Fuimos la segunda cordada en llegar, todos se felicitaban.

Y después comenzó la bajada, nuevamente la concentración es total, cada paso, cada huella delicada es la que te lleva un poquito más abajo, hielo, nieve suelta y rocas. Toda la bajada está equipada con esos fierros y son usados para descolgarse, luego el guía baja, recogemos cuerda y así, logrando la menor altura, hasta destrepar sin crampones por la roca pura y peligrosa. Las destrezas son peligrosas pues son expuestas, un error es fatal. Todo lo escalado de noche ahora se aprecia de día y se ve lo peligroso que es bajar. Las cuerdas fijas y los fierros nos ayudan en la seguridad. La huella de bajada no es tan clara, a veces se pierde, pero las huellas nos ayudan al destrepe. Mis rodillas y concentración ya están muy agotadas, pero no hay tiempo para quejas, bajar seguro y lento es lo importante. A las 11:30 hrs ya estábamos en el refugio y ahí nuevamente salí del estado Nirvana.